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el durillo, el lentisco anuncian paises mus templados : empiezan las fuentes, y con
ellas el rio que dexa á su izquierda la Muela-rasa bien vestida y suave hada el norte
, pero descarnada y erizada de escarpamentos y precipicios al mediodia. Mu y
pronto baxa el rio de Fredes ó bien de Malagraner , á cuya derecha queda la citada
muela, y baxando siempre se ven ya olivos y moreras en las cercanías del mo-
Imo. A un desierto inculto se siguen campos cultivados y de riego : son en realidad
en corto mimerò ; pero el terreno permite allí muy poco. Se podrían construir
molinos papeleros , y beneliciar algunos campos de aquel recinto frondoso y
divertido ; pero no se conforman los vocales del Monasterio con las ideas que les
presentan los inteligentes. As í sigue el camino á la orilla del rio baxando siempre
hasta el Martinete, desde el qual hasta el mar quedan pocas leguas.
9 Es preciso ver de cerca y pisar este terreno para formarse una idea justa de
su aspereza , y de las largas cuestas por donde puede atravesarse. Si del Monasterio
se intenta salir hacia Aragón ó hacia Morel la, se multiplican los estorbos con la
multitud de barrancos y de montes , cuya altura va siempre de aumento. Queda
de quando en quando en aquellas alturas algún l lano, por lo común arenisco. En
las inmediaciones de Coracha se notan tres ángulos en los granos de arena, que es
excelente para mezclarla con la c a l , y emplearla en los edificios. Ta l vez en aquella
altura hubo en otros siglos masas de granito , que con el tiempo se han ido destruyendo
, reduciéndose las peñas á sus elementos primitivos, de los quales qued.íron
las partículas de quarzo como mas duras. Lo cierto es que en el día se ven
aun varios fragmentos, cuyo aspecto parece el mismo que el de la piedra berroqueña
, y se componen de mucho quarzo, poca mica , y menor cantidad aun de
feldespato.
HERBÉS, I^JLLIBONA T VALLIVANA.
10. La aspereza y los montes continúan al salir por la parte occidental de la T e -
nencia; los términos de VaUibona, MoreUa y Herbés presentan allí enormes moles,
por lo común calizas, cuyos bancos suelen alternar con capas de marga : abundan
las carrascas, los pinos y los roures, que con varios arbustos cubren la superficie
de mas de cinco leguas. Y a se nota aquí algún aumento en la poblacion y agricultura
, bien que corto, respecto de la extensión dd pais. Los dos pueblos, ó bien
sean aldeas de Herbés y Herbeset, aunque dueños de un dilatado término, son tan
infelices como los de la Tenencia. A diez casas y á ocho cortijos se reduce la poblacion
de este último , que está situado al pie de un peñón calizo. Aislados allí sus
vecinos , viven tranquilos en aquella soledad : no conocen las necesidades facticias
de los grandes pueblos, ni las ceremonias fastidiosas que van siempre con la desigualdad
de fortunas , se contentan con poco , viven sanos, y sacan de la tierra el
alimento. La hondonada que tienen al poniente es hermosa y fértil , de la qual y
de otros trozos que cultivan cogen hasta 200 cahíces de granos : á estos y á al»im
ganado se reducen los recursos del pueblo. A media legua h.ícia el norte de la aldea
corre un arroyo entre dos cerros ó bien montes, cubiertos enteramente de pinos,
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y en las inmediaciones hiímedas se descubren betas de madera fósil mas ó menos
penetrada de betún , tomando en partes la consistencia , fractura y brillantez del
azabache. El peso es grande quando la madera abunda de cuerpos extraños, que son
tierras piritosas, y ocre amarillento. Nada mas ofrece aquel suelo hasta la raya de
Aragón shio montes, barrancos , pinos y desiertos.
11. Igual es el aspecto del término de Vallibona , bien que la superficie de la
tierra se ve aquí mas deformada , los montes mas altos , y ios barrancos mas profundos.
Media iiora antes de llegar al Peyron de San Marcos empieza el rio Ce r -
vol, cuyas aguas han separado ó roto montes de una misma naturaleza y posición
de bancos, creciendo en ambos lados las mismas especies de vegetales. For -
ma curvas en su curso, que es de norueste á sueste ; dexa á su izquierda la villa
de Vallibona , y estrechado siempre entre montes continúa precipitado por quatto
horas, hasta que recibe el barranco de Bel en la llanura que hay entre Roseli
y Cane t , de donde se dirige al mediterráneo por el norte é inmediaciones de Vi -
nardz. Quanto se descubre en el largo canal del rio son montes muy elevados
con ángulos entrantes y salientes : se componen estos de bancos calizos casi horizontales
, y no pocas veces con bastante inclinación : termínanse en cuestas rápidas
hácia el rio ; pero á poca altura se descubren cintos escarpados que alternan con
otras cuestas, y sobre las últimas se ven masas como cortadas á pico que amenazan
ruina. Las cuestas, y mucho mas el cauce del Ce r v o l , está sembrado de grandes
peñas que se desprendiéron de los montes. Están estos cubiertos de pinos,
carrascas, lentiscos, enebros, cornicabras, labiérnagos y otros arbustos. E n verano
está seco el rio hasta dos horas antes de llegar á Vallibona : allí empieza á oírse el
murmullo de las aguas que se consumen en regar varias huertas. Abrigadas estas
por los montes vecinos , y colocadas en sitios muy profundos , dan producciones
desconocidas en las alturas : los olivos, frutales y moreras vegetan allí sin riesgo.
E l sitio llamado Molino de la To r r e , se distingue entre todos por lo alegre y
frondoso : parece á la verdad como el claro que se descubre en este gran quadro
obscuro, abandonado á la naturaleza. Desde aquí á Vallibona se suben siempre
cuestas, y se camina por sendas angostas. To d o lo mas queda inculto ; solo se
aprovechan varios pedazos repartidos en multitud de cortijos. Se aumenta el cultivo
en las inmediaciones de la villa , oculta siempre entre lomas y picos , hasta que
se descubre en donde ménos se podia esperar ; tal es la aspereza de sus contornos,
y la multitud de cintos que la rodean. Ciento y quarenta y dos vecinos cuenta
Vallibona, inclusos mas de cincuenta que viven en los cortijos : apenas se cogen
1200 cahíces de granos en aquel término, que tiene cinco horas de largo y tres
de ancho , contando las cuestas y rodeos que ciertamente doblan la verdadera distancia.
As í es que por todas partes se descubre la miseria, siendo sus vecinos de
los mas infelices del reyno ; los de los cortijos viven con alguna comodidad , los
de la poblacion apenas tienen pastos. En años buenos suelen cogerse 40 libras de
seda , algunos higos , y porcion de crias, pero todo es pobreza. Las mugeres se
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