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Almansa. Ti ene Al g iné t 4 50 vec inos , de los qiiales 1 50 se aumentaron en el corto
espacio de ios últimos veinte años. L a pureza de la atmósfera y las agnas, lo sano
de los al imentos, y el grande amor al trabajo da aquí á nuestra especie la misma
robustez y fuerza que en los sitios mas sanos del reyno. Es corto el término
para tantos vecinos , rcduciendose á tres quaitos de legua entre los de Sollana y
L o m b a y , y á media legua entre los de Beni fayó y Carlét . Casi todo podria regarse
si lograra sulicientes aguas ; pero las tiene tan escasas, que muchos años se
malogran las cosechas de verano. N o alcanzan mas aguas los de Alginé t que las
que adquirieron por concordia, y toman del rio Juanes en el término de Re a l ,
casi en el mismo sitio en donde toman Lis suyas los del Marquesado de Lomb a y ,
quienes , según lo capitulado , se aprovechan de ellas durante el dia , y deben dexarlas
correr por la nociré hacia Al g iné t ; pero la ocasion y la necesidad convida
no pocas veces á defraudar á estos de la corta porcion que les pertenece. Podr ian
remediarse semejantes robos , y mantenerse la buena fe , construyendo una casita
sobre el partidor de las aguas , cuya puerta quedase entregada á un hombre íntegro
, encargado de poner y quitar las tablas á su tiempo. La acequia del R e y
pasa sobrado profunda por Al g i n é t , por lo qual solamente la disfrutan algunos
campos hondos. Lo s frutos del corto término se regulan en 300 arrobas de ac e yte
, i6@ de algarrobas , 308 cántaros de vino , i 3 caliices de trigo , bastante seda,
y el maiz á proporcion de las aguas que reciben. Siendo insuficientes diclios frutos
para el sustento del pueblo , se han visto precisados los vecinos á entrar en los términos
de S o lUna , de Ca r l é t , del Marquesado , comprando ó tomando en arriendo
varias haciendas. V a n á Sollana á cultivar arroces ; y al Marquesado y Ca i l é t
á cuidar de las viñas , olivares y algarrobos. N o se descuidan en multiplicar los inxertos
de macho en estos árboles ; pero en general en todos se ve sobrada leña.
124. Son sitios oportunos para estos árboles y viñas las dos horas que hay
entre Al g iné t y Al f á r p , uno de los pueblos del Marquesado. Apena s se atraviesa
el pedragoso, seco y ancho cauce del rio Juanes en las inmediaciones de Al f á r p , el
terreno es margáceo con exceso de arena, dispuesto en cerritos y lomas por mas de
media hora, y se llega luego á los yesares que ocupan lo mas alto. Desde estos cerros
hasta Al g iné t va siempre baxando el suelo sembrado de desigualdades ; la tierra es
algo arenisca hasta el cerro contiguo al camino real, y allí muda de aspecto, siendo
en lo sucesivo marga arcillosa colorada. Bowl e s pretende que la tierra roxa es la mas
fértil ; pero en el reyno de Valencia vemos qne la cenicienta y blanquecina es la mejor.
L a larga experiencia hace decir á los de Albe r í c : (Tara rojn ? qiMnd te fas a
gotg vmla i esto es , ^tinra roxa ? puis véndela qitando mas gozo te haga. T ambién
escribe dicho autor en la pág. 11 del discurso prel iminar, que las tierras del
reyno de Valenc ia se formaron de la descomposición de las peñas de c a l , esto es,
de aquellas que aunque calizas contienen un poco de arena y greda. Parece falsa
esta opinion en casi todo el reyno i porque al lado de amoladeras donde no hay
vestigios de cal se ve mucha tierra roxa granugienta compuesta de arcilla y arena.
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A l lado de los montes de piedra caliza, esto es, según el sentido del mismo autor,
de aquella que se halla despojada de otros cuerpos, hay enormes masas de greda
como en Buixcarró. El valle de Al b a y d a es de marga blanquecina -, la Pl ana , las
llanuras de Al calá de Ch i v é r t , y otras, de tierra arcillosa roxa , viéndose cercados
estos sitios de montañas calizas. ¿ D e donde puede venir el color r o x o , si la descomposición
de la piedra lo da blanco ? ^De donde la marga pura, si las montañas
son de cal? Y en fm ^co'mo se pudieron amontonar por capas horizontales las
enormes masas de marga pura de 50 y mas pies que vemos en las cercanías de
Ontiñént y Planes ? Cr eo que la descomposición de los montes contribuyó en
parte á formar los campos ; pero estoy persuadido que los grandes depósitos de
marga se hicieron antes que el mar mudase de sitio -, y que las aguas dulces que
corrieron despues por el antiguo cauce de las marinas alteraron la naturaleza de
las tierras mezclando la caliza con arenas, greda y otros cuerpos.
125. El término de Sol lana, que podrá tener dos horas de largo y una y me -
dia de ancho , es sin disputa el mas hondo del reyno , y el receptáculo de Infinitas
aguas , que se aumentan al paso que las de la Albufera ; de modo que lejos de
desaguar en esta las muchas que le llegan por el poniente, suelen retroceder los
azarbes, y aumentarse los marjales liácia el pueblo, formando desde él hasta el mar
un lago navegable. C omo el suelo es pantanoso, y fuertes los calores en verano,
debe viciarse la atmosfera, y dañar la salud de los hombres. Se experimentaban tristes
efectos quando los marjales estaban abandonados á su suerte , cubiertos de cañas
, juncos y carrizos j pero disminuyó mucho la infección, quando entrando en
aquella maleza hombres intrépidos excavaron anchos y dilatados canales, y dieron
movimiento á las aguas. Lo s canales corren directamente á la Albufera , tienen de
30 á 40 pies de ancho, y á cada lado otro canal contiguo de 12 pa lmo s , l lamado
guarda-daños. La tierra , ó mas bien cieno que sacaron al excavar esta multitud de
zanjas, sirvió para levantar el suelo de los c ampos , cuya altura se aumenta ya
con el estiercol ó tierra que le añaden, ya con lo que sacan de los azarbes al l impiarlos.
La tierra de los marjales abunda en sales, que se presentan á la superficie
á manera de rocío congelado. Si el suelo es roxizo basta renovar i su t iempo las
labores para que fructifique el arroz , única planta útil que puede subsistir ; pero si
negrea por la multitud de vegetales cor rompidos , es preciso mezclar porcion de
la tierra de las huertas, que se compone de arena y parte de arci l la, para que se
embote la acrimonia.
126. En 1 7 3 0 tenia Sollana 63 vec inos , y hoy cuenta 200 , que habitan en
135 casas, y 38 barracas. Muchos á la verdad son advenedizos , y pocos dexan
de padecer tercianas, mayormente en años lUn-iosos : no son estas de tanta mal ignidad
como las antiguas, ni acaban con los hombres , como sucedía en las riberas
del Turia ; mas todavía son temibles , y por esto los de Beni fayó , Al g i n é t , Silla
y otros pueblos que poseen tierras en el término de Sollana , baxan á cultivar los
campos, y se vuelven i dormir á sus habitaciones : conducta prudente que debieran
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