por exemplo , cuentan tres horas desde U cumbre del pico hasta Vistabella , y se
emplean dos en baxar y atravesar collados y barrancos. Quatro empleé yo desde Vi s -
tabella á Vi l lafranca , pero de ellas gasté una en baxar al cauce del Monl eon, y cinco
quartos en subir á las alturas , sin adelantar tres quartos de legua de camino. De
Villafranca á Ar e s empleé dos horas y media por camino llano , y pocos rodeos.
Tor lo qual colocando á esta lUtima villa en la visual tirada del monte , no puede
llegar su verdadera distancia á cinco leguas de 83 varas castellanas cada una.
116. Hemo s dicho que la cuesta para baxar á Vi l lahermosa es larga. Mu y
cerca del ermitorio de San J u a n , donde los fríos duran nueve meses , hay campos
cultivados , cuyas mieses se cogen en Setíembre. Se atraviesa una llanura inculta
y descubierta para entrar luego en los pinares y cuestas , pisando un suelo poco seguro
por la multitud de fragmentos sin union de que se compone. De quando en
quando se descubre algún cul t ivo, y dos horas antes de llegar á la villa se ve el
profundo barranco por donde se precipita el rio Garbo. La frescura y humedad
que sus aguas esparcen, dan nueva vida á los vegetales. La drquide abor t iva, la
heleborina encarnada y el ralicn-o tuberoso salen entre arbustos y matas 5 el erino
alpino aibre las rendijas de las peñas ; el cirpo acicular y varios juncos crecen en
las inmediaciones del rio. Las quebradas y cortes casi perpendiculares de los montes
, el murmul lo de las aguas y las cascadas que f o rman, la variedad en fin de
tantos objetos divierte y llama la atención del que viaja. Distaba aun mas de me -
dia hora de la villa, y empecé á ver las obras que se acaban de hacer para aumentar
el riego. Celebré la idea , y admi ré los obstáculos vencidos para executarla ; pero
vi al mismo tiempo la imperfección de la o b r a , la qual se reduce al simple bosquexo
de lo que puede ser con algunos gastos ; porque se pierden dos terceras
partes de las aguas del r i o , y los canales por donde corre la restante son unos de
madera, y otros excavados en las peñas, estrechos y con varios defectos, por donde
fluyen las aguas. Ll e gué á U villa, y descubrí la verdadera causa, como pronto
veremos.
1 1 7 . Se halla Vi l lahermosa sobre un cer ro, cuyas raices son de y e s o , y la
cubierta de piedra dura y quebradiza, por lo común caliza. Ant e s de las guerras de
sucesión ocupaba lo mas airo del cerro , y estaba defendida por un fuerte castillo,
del qual permanecen las ruinas; pero fué quemada en 1 7 0 7 , y se reedifico mas
abaxo en una cuesta rápida , de modo que las casas están en anfiteatro , y como
puestas unas sobre otras, resultando calles muy incomodas , y un todo poco recomendable
por el mal gusto y pobreza de los edificios. L a villa y el cerro , aunque
elevados respecto al nivel del mar , yacen en una hoya rodeada de los montes
mas empinados del reyno. L o s que están hácia el norte dexan dos barrancos
por donde se precipitan los rÍos Grande y Garbo , cuya confluencia se halla al me -
diodía de la villa. El rio Gr a n d e , que luego toma el nombre de Vi l lahermosa, y
le conserva hasta desaguar en el Mi l lares, baxa por Va l de Vacas en el reyno de
A r a g ó n , y dexa á su izquierda á Vi l lahermosa ; el Ga r b o , cuyo origen y cui-»o
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quedan expl icados, la dexa á su derecha, y reunidos siguen con dirección al me -
diodia dexando cl Gastülo á la izquierda, y mas abaxo á la derecha Ludiente y
Argolita. Ve i an los de Vi l lahermosa aguas por todas partes , y no pocas veces
inundadas y aun destruidas las huertas, reducidas ento'nces á las cortas llanuras que
el rio dexaba en sus riberas ; pensaban aprovecharlas puesto que el Aut o r de la
naturaleza les había concedido r ios , cuyos cauces á una d dos horas al norte de la
villa excedían en altura al mismo castillo o fortaleza ; pero las cortas facultades de
los ve c inos , y el no querer coadyuvar á sus ideas útiles el Señor del pueblo ni los
interesados en los diezmos , impídiéron la execucion por muchos años : se animaron
últimamente algunos particulares, y gastando poco mas de i6d reales , conduxéron
parte de las aguas del Garbo , tomándolas á tres quartos de hora del lugar}
vencieron obstáculos increíbles, rozando quebradas casi perpendiculares de bastante
al tura, y formando en otros sitios canales de mampostería. La obr a , aunque superior
á las fuerzas de los contribuyentes, es capaz de mejoras , y digna de que
el Señor territorial y los diezmeros la observen y perfeccionen. Si estos conocieran
su propio ínteres, aun quando quisieran desentenderse del bien general y del de los
vasallos , debieran animarlos con ruegos y premios , porque todos van á ganar en
una obra que aumentaría la masa de frutos y la riqueza nacional. Lo s de V i -
llahermosa están dispuestos y electrizados j solamente necesitan auxilios que pueden
facilitar los Excelentísimos Señores Duque de Vi l lahermosa, y Ar zobi spo de
Valencia.
118. A pesar de la imperfección de la obra han logrado los de Vi l lahermosa
facilitar fuentes para el pasto del pueblo , precisado antes á sacarlas del r io, que pasa
muy profundo, y han triplicado los jornales de huer ta, que llegan ya á 300;
pero quedan aun en el rio Garbo aguas para regar mas de 400 jornales de tierra,
y en el término mas de 19 , que se pueden beneficiar. De l río Gr ande se podría
sacar mejor par t ido, tomando parte de sus aguas en lo último del t é rmino, con las
quales se regarían infinitos campos , que ó quedan eriales, ó pagan mal los trabajos
del cultivo. Es tan superior el número y calidad de frutos en los campos reducidos
á riego , comparados con los que produce la tierra privada de las aguas , que
no sé como hay hombres que desperdicien los favores que les ofrece la naturaleza.
Son útiles y deliciosas las huertas de \'illahermosa -, la multitud de cerezos y no -
gales , mezclados con otros frutales y moreras ; las areas que estos d e x an, en donde
sucesivamente se ven t r igos, maíces y judías ; la variedad de v e rde s , la frescura
y las aguas hacen un contraste admirable con las quebradas, picos y montañas
que las rodean y defienden. Ha mejorado en este siglo la condícion de Vi l la -
hermosa , cuyo vecindario y frutos van en aumento. Estos se reducen á 3© cahíces
de t r igo, 500 de ma i z , 200 de judías, 4© cántaros de v i n o , 1 2 3 arrobas de toda
fruta, y 200 libras de seda ; y los vecinos á 3 5 0 , inclusos los que viven en los
cortijos. Es lástima que las moreras se hallen sín inxerto , y cargadas de ramas inútiles
, de donde resulta menor cantidad de hoja, y á proporcíon de seda. E l idio