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r i o , O á lo menos no les faltaran en verano. N i ima gota le dexan allí al rio Juanes,
y á pesar de esto se malogran muchos anos los maíces, y algunas hortalizas.
E n el secano queda erial una gran par te, bien que era mucho mayor 40 años hace,
quando los vecinos no pasaban de 600. SI continúan aumentándose, como parece
muy probable, extenderán el cultivo hácia los montes, y solo dexarán incultas
las peñas descarnadas. Cogense hoy dia en el Marquesado 8600 libras de seda
, 1 6 400 cántaros de vino , 3 700 cahíces de t r i go, 2© de maíz , 4 400 arrobas
de aceyte en años de cosecha , que alternan como hemos dicho varias veces,
44© de algarrobas, 480 de pasa , 5© de hortalizas, 4500 de frutas, 1 4^ de me -
lones , y 1 5 0 cahíces entre cebada, habas y garbanzos. En los eriales pastan los
ganados, y crecen muchos vegetales como labi i rnagos , ramnos , palmitos y lentiscos
; la siderítides romana y con hojas de espl iego, la oropesa , aguavientos,
olivaida, yerbagatera, gordolobo sínuado y dedalera, muchas gramas , xaras , tomillos
, coronillas y astrágalos, pero ninguna planta nueva. Recor r iendo el r í o , d
bien sea rambla de Al g eme s i , desde Re a l hasta mas allá de Ca r l é t , descubrí en
los altos ribazos indicios manifiestos de haber corrido antiguamente las aguas por
sitios mas elevados. Sobre el fondo de greda que ahora van lamiendo estas , descansa
la materia de acarreo , esto e s , chinas y cantos mezclados con cieno y mar -
ga endurecida, que forman 14 y mas pies de grueso. Cada día se ven pruebas
ciertas de la mutación que han causado las aguas , excavando en partes el terreno
para rellenarlo despues con escombros, y abrirse últhnamente nuevas sendas, surcando
las superficies que habían igualado.
92. Siguiendo el curso de la rambla como á legua y media se halla Car lét ,
villa considerable de mas de ve c inos , la que tenía 400 en tiempo de Moriscos
, y apenas 500 en el año 42 del presente siglo. La agricultura ha producido
este aumento admirable á pesar del cruel enemigo que la ignorancia y la preocupación
dexa renacer por no admitir la inoculación de las viruelas. En 1 7 8 5 perecieron
de esta enfermedad 184 niños, y en solos dos meses de 1 7 9 3 se contaban
ya 70 , continuando aún la epidemia. Si exceptuamos estos años fatales á nuestra
especie, suelen ser en cada uno los nacidos como 70 mas que los difuntos. Y a
no caben en la villa los vecinos ; faltan casas, y aun terreno para levantar nuevos
edificios, impidiéndolo al oriente la rambla de Al g eme s i , que llega hasta los
muros, y al poniente otra cuyas avenidas son terribles. Amb a s destruyen cada
día mas campos para aumentar sus cauces , ya de suyo bastante anchos , é inutilizan
una porcíon considerable del término. Este tiene dos leguas de oriente á p o -
niente entre los de Al g iné t y T o u s , y legua y media de norte á sur entre los
del Marquesado de L omb a y y la Al cudia ; casi todo es llano , fért i l , y está bien
cultivado. A l l í se ven dilatados bosques de algarrobos provistos de inxerto ma -
cho , olivares y viñedos considerables, muchos sembrados, gran número de hi -
gueras , y una huerta bien plantada de moreras, que conservan siempre sus ramos
principales. Cada día disminuye el número de eriales, se plantan viñas , olivos y
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algarrobos, y se aumenta la cantidad de frutos. Se reducen en el día á 40^ arrobas
de a c e y t e , 30© de algarrobas, 8S) de higos , 40© de pasas , 36© cántaros
de v i n o , 1 5 8 libras de s eda , 1400 cahíces de t r igo, 400 de maíz , 200 de habas,
y 1 50 de cebada. Mucho se podrían aumentar los correspondientes á la huerta
si hubiera mas a gua s , puesto que los campos se hallan naturalmente prepara-
'dos para recibirlas. No tienen otras sino las que vienen de las fuentes de la P o -
sada , cuyo caudal se reparte entre Ca r l é t , Benimodo , la Al cudi a y Guadasuár;
pero creo que sería mayor sin comparación el riego si en la fuente y acequia se
hicieran las obras que v o y á insinuar.
93. En el término de L omb á y y en el ribazo de la derecha del rio Juanes
hay varias fuentes copiosas y puras llamadas de la Posada. Na c en todas en el recinto
de mil pasos , casi de nivel con el fondo del rio , y brotan por entre arenas,
guijo y marga endurecida, de que se componen dicho ribazo y las raices de los
cerrítos contiguos. Estas aguas , inútiles á los de L omb á y por hallarse demasiado
profundas, entran en el río , y siguen largo trecho hasta una presa, que las fuerza
á torcer hácia la derecha para entrar en el canal que va á Car lét . Pero debemos
observar, i q u e desde el nacimiento de las aguas hasta la presa hay 61 palmos de
desnivel : 2." que la presa es de la peor construcción pos ible, reduciéndose á estacas
y cantos acinados que dexan pasar bastante a gua : 3.^ que el fondo del rio
se compone de cantos pelados y de arena, por donde se introduce y se pierde
mucha agua : 4.° que si se cavan algunos píes en el cauce del r i o , mas abaxo de
la presa se descubren abundantes aguas , aunque la superficie aparezca seca. D e todo
lo qual resulta una pérdida considerable, que se evitaría tomando las aguas en
el mismo nacimiento de las fijentes, sin dexarlas entrar en el rio. Para esto se debe
hacer una mina d canal subterráneo por el barranco llamado de les Cobatel les,
disponiéndola de modo que su principio en la inmediación de las fuentes se halle
algunos pies mas profundo que el nivel actual de las aguas , para recoger no
solamente las de los manantiales, sino también parte de las que corren ocultas por
el rio. Despues de atravesar la loma de les Cobatelles saldrá el canal á descubierto
en busca del que hoy sirve para el riego , hasta incorporarse en el sitio que parezca
mas conveniente, ensanchando y reparando el antiguo. Convendr ía t ambién
conservar la presa actual á fin de recoger en las avenidas mayor copia de
aguas, y hacer de ellas el uso mas útil. Esta operacion aumentaría los frutos de
los quatro pueblos que riegan con las aguas de las fuentes , y principalmente los
de Carlét .
94. Mu y cerca de este pueblo se halla Benimoddl , o bien Benimodo como
ahora se pronuncia, donde hay 1 6 5 ve c inos , todos labradores. Cul t ivan su corro
término con igual aplicación y conocimiento que los de Ca r l é t , y cogen 300 cahíces
de t r i go, 300 de ma í z , 30 entre habas y c ebada , 20 cántaros de vino,
í23 arrobas de aceyte , 80 de algarrobas , y 700 libras de seda. A ú n se conservan
enu-e Carlét y Benimodo rastros del antiguo pueblo Pintarafes, célebre por hat