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do lo que un par de mulas pueden arar en diez horas, y equivale á lo que los
Valencianos llaman cahizada, que se compone de seis hanegadas , y cada hanegada
de 200 brazas. Es la braza medida de nueve palmos. Los nombres de los lugares
van escritos como hoy dia se pronuncian, á excepción de Murviedro, y algún
otro que el uso ha consagrado : lo contrario siempre me ha parecido un abuso
perjudicial. A l fin de la descripción del reyno pondré índices copiosos. Uno de los
pueblos del reyno con el número de los vecinos que tenian al fin de 1 7 9 3 quando
concluí mis viages ; otro del contenido de U obra , y el tercero de las plantas
citadas en ella con sus nombres castellanos, valencianos y latinos.
LIBRO PRIMERO.
NORTE Ó TIERRAS SEPTENTRIONALES
D E L R E Y N O DE V A L E N C I A .
I j a grande idea que se tiene de lo fér t i l , ameno y poblado del reyno
de Valencia, parece exagerada y aun falsa si se entra por Aragón. A cada paso
se ven pruebas evidentes que la destruyen, y se multiplican al recorrer el norte
del reyno. Erizado de montes los mas altos y frios, sembrado de cerros que dexan
entre sí barrancos y cañadas, privado en fin de las aguas que podían facilitar
mejoras en los campos, cuenta pocos vecinos respecto de su extensión, y estos reducidos
á mantenerse con un corto número de producciones. La sierra de Espadan,
que empieza en las inmediaciones de Almena r a , sigue aumentando de latitud y
altura hacia el norte declinando al poniente ; permite estrechos y tortuosos pasos á
los ríos de Millares y Vi l laIiermosa,y cerca de esta villa se confunde con el monte
de Peñagolosa. Extiende este sus raices y se introduce en Ar a gón por el poniente
; se derrama por el norte hacia Morella y Beni fazi sin interrupción hasta el
Ebro, y siembra de asperezas buena parte del Maestrazgo de Montesa. Otras series
de montes empiezan en el desierto de las Palmas y Borriol , con dirección al
norte : la oriental, interrumpida mas allá de Oropesa , renace luego en Al c a l á , y
batida siempre por el mar se termina en Peñiscola. Otra casi paralela á la primera
corre por Villanueva de Al col ea, las Cuevas y Ce r v e r a , para formar aquí intrincados
laberintos. En fin la sierra de Engarceran queda como aislada entre VíUf a -
més y la Salsadella, bien que sigue continuada con los montes del norte hasta confundirse
con los de Morella y Benifazá. En medio de tanto monte y aspereza se
ven llanuras de bastante extensión. Ocupan algunas las cimas de elevados cerros,
como las de Zucayna, Vistabella y Mol í : otras se hallan entre las raices y faldas
de los montes , como las de Vi lafamés , Gabanes , San Mateo , Alcalá y Adsaneta
: y á la orilla del mar en fin se ven las de Vmardz , Benicarló y Torreblanca.
Estas llanuras y la mayor parte del señorío de Al calaten, son las privilegiadas por
la naturaleza , y en donde se descubre la industria rural, no pocas veces con esfuerzos
que asombran. Pero si atravesado el Maestrazgo de Montesa se intenta salir
hácia el norte , se aumenta la aspereza, se disminuye la poblacion, y la corta
cantidad de frutos que se cogen apénas basta para el sustento de los habitantes. En
ninguna parte son tan notables estos tristes fenómenos como en el distrito conocido
coa el nombre de
TENENCIA DE BENIFAZÁ.
2. Ocupa esta lo peor y lo mas septentrional del reyno. Conf ina por la parte meridion^
ü con los términos de Roseli y Val l ibona ; por la occidental con el de Morella;
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